Un cristal de zafiro aporta al reloj propiedades como una extrema resistencia a los golpes y una buena legibilidad de la esfera y de las agujas debido a su transparencia. Este material es muy duro, solo superado por el diamante, y se utiliza en la relojería de lujo por su resistencia a los arañazos. El cristal de zafiro puede adoptar varias formas y conferir diseños diferentes al reloj: plano, abombado, cóncavo o esmerilado.
Tissot somete todas sus cajas a varios controles, incluido el de hermeticidad. Tissot reproduce las condiciones reales del reloj para verificar su capacidad de resistencia a los golpes, a la presión y a la penetración de líquidos, gas o polvo.
T114.417.11.057.00