Diez consejos para que aprendas a cuidar tu reloj

Sin duda alguna, a nadie le gusta comprar algo nuevo y que, tiempo después, se eche a perder. Como debes saber, los relojes son piezas bastante delicadas y, por ello, necesitan de ciertos cuidados para que su vida útil sea lo más larga posible.

En el blog de esta semana, te daremos diez consejos para que aprendas a cuidarlo y mantenerlo, para que funcione a la perfección por mucho más tiempo:

1.- Si no lo vas a usar, guárdalo. Sí, puede sonar un poco exagerado y tal vez pienses: ¿Qué es eso de guardar bien un reloj? Cuando te quitas tu reloj que ya lo estabas usando, es probable que lo dejes en el bolsillo o lo eches al bolso. Pero cuidado, porque se te puede caer y esto podría dañar el cristal, la carcasa y los componentes internos. Por otra parte, cuando no lo uses, guárdalo en su caja original –que la mayoría de las veces es muy bonita– o si tienes unos cuantos, puedes tener un estuche donde puedas tenerlos todos.

2.- Cambia la pila. Si posees un reloj de cuarzo, es recomendable que cambies su pila cada dos años, a pesar de que no esté agotada. Además, de esta manera, lograrás que no deje de funcionar de un momento a otro, porque, si se acaba, tienes que cambiarla de inmediato, debido a que puede sulfatarse y causar daños graves en él.

3. Limpia o reemplaza la correa: Si hablamos de correas, estas se desgastan y rompen por el hecho de estar en contacto directo con tu piel, como también por estar expuesto a factores externos.

4. Cuídalo del magnetismo. Los relojes pueden verse afectados negativamente por el magnetismo y esto puede causar que se adelanten o retrasen. No lo dejes cerca de objetos magnéticos durante mucho tiempo. ¿Cuáles son estos objetos? Desde los teléfonos móviles, los televisores, los altavoces de PC, los collares magnéticos, los broches de imán de bolsos, los secadores de cabello, las maquinillas de afeitar eléctricas, hasta las partes magnéticas de los refrigeradores son algunos de los objetos magnéticos que puedes encontrar en casa.

5.- Conoce su nivel de impermeabilidad. Muchos son resistentes al agua, pero antes de mojarlos, debes conocer su nivel de impermeabilidad. Todos lo llevan grabado en la parte de atrás de su caja. Esto puede estar medido en barómetros o metros. Cabe mencionar que los que cuentan con una resistencia de 30 metros o inferior, solo soportan pequeñas salpicaduras. Y a partir de 50 metros, puedes ducharte con ellos. Si realizas natación o buceo, debes tener uno que sea superior a 100 metros, como mínimo.

6.- Evita el contacto con productos que puedan dañarlo. Sí, cualquier tipo de sustancia, líquido o químico pueden hacer que tu reloj se deteriore. Por ejemplo: cremas, detergentes, perfumes, pueden dañar la correa. Asimismo, el contacto con disolventes y pegamentos. Por otro lado, el estar expuesto mucho tiempo a la luz solar puede causar su decoloración. Si tu reloj es de cuero, tienes que cuidarlo de esto, pues este es un material que no debería mojarse.

7.- Hazle mantención cada cierto tiempo. Si tienes un reloj de alto valor o delicado, es aconsejable que le hagas una revisión cada 4 o 5 años, ya que con el paso del tiempo los relojes dejan de funcionar correctamente y es bastante probable que algunas de sus piezas estén desgastadas o necesiten lubricación. Consejo: ¡nunca abras tu reloj! Siempre es mejor llevarlo a un relojero profesional.

8.- Límpialo con un paño suave. Para que se conserve en buen estado, limpia tu reloj y correa constantemente. Si no es resistente al agua, utiliza un paño seco y suave para limpiar su caja y correa, a fin de quitarle la suciedad excesiva. Y si es resistente al agua, puedes hacerlo con un paño húmedo.

9.- Lee el manual de instrucciones. Puede ser un tanto aburrido, pero es totalmente imprescindible a la hora de utilizarlo, ya que así evitarás su uso incorrecto. Siempre encontrarás información útil y necesaria, como conocer el tipo de batería que usa. 

10.- ¡Disfruta tu reloj! No te asustes con todo esto. Si lo notas, todo lo que mencionamos anteriormente son consejos bastante razonables a la hora de tener un reloj. Además, por más que expliquemos sobre el peligro del agua, el sol o imanes, tienes que recordar que todo es preventivo. Por otro lado, no hay nada más triste que un reloj olvidado en el cajón. Por ello, llévalo con cuidado, ¡pero sin temor!